Acerca de las flores
"Algunas flores hablaban con voces potentes y sonoras, que proclamaban a los cuatro vientos: 'soy hermosa e importante'. "Otras susurraban, en tonos casi imperceptibles, mas exquisitamente dulces y suaves, 'soy pequeña y amada'.""
-- George Sand (Armandine A.L. Dupin), (1804 - 1876) French writer
La alegría y los celos, el deseo y el abatimiento, la soledad y la tristeza, la lealtad y el amor: las flores son el eco de todas las voces del corazón humano.
Si bien en la era isabelina mucha gente conocía los significados simbólicos y legendarios de las flores, quienes asignaron a cada flor un mensaje determinado fueron los victorianos. Introducida en la corte sueca en 1714 por Carlos II, la moda victoriana del lenguaje de las flores pronto se difundió por toda Europa.
Durante esta época, de estricto respeto por los protocolos y las convenciones sociales, hombres y mujeres recurrían a la belleza y el color de las flores para comunicar emociones, deseos y pensamientos que no se atrevían a expresar: cada prendido, bouquet y guirnalda representaba un sentimiento cuidadosamente escogido. El modo de presentación también era importante; un bouquet con una cinta atada a la izquierda, por ejemplo, transmitía un mensaje sobre la persona que lo daba, mientras que, con la cinta a la derecha, decía algo sobre la que lo recibía. Cuando los bouquets estaban al revés, las flores tenían el significado exactamente opuesto al ordinario: dar una rosa invertida equivalía a mostrar el peor de los rechazos.
El lenguaje de las flores cobró tal importancia que la expresión durch die Blume sprechen (hablar por medio de las flores) se convirtió en un proverbio occidental, que significaba utilizar una expresión florida o poética con un mensaje de amor secreto.